En Arica jamás llueve, y casi todos los días del año sale el sol. Esto hace obligatorio el paseo a la playa tanto para residentes como para los turistas, Estas son las principales playas de la ciudad.
Un muy buen comienzo para el recorrido por las playas de Arica es por la Av. Costanera San Martín, donde la ciudad se une con el mar en un paseo y ciclovía que van desde el Morro hasta la playa La Lisera, y que –favorecido por el clima cálido que hay durante todo el año- atrae a cientos de turistas y surfistas de todo el mundo. De hecho, parte importante del comercio de la ciudad tiene que ver con la venta de ropa y artículos deportivos.
Justo frente al Morro, destaca la Ex-isla El Alacrán que en 1964 se convirtió en un itsmo artificial para instalar en su punta un faro que guiara a los barcos durante las noches o las mañanas de camanchaca. En esos tiempos, la construcción de este camino de 460 metros fomentó la curiosidad de los ariqueños, entre los que se empezó a hablar de un tesoro enterrado por los piratas. Finalmente, cuenta la historia que sólo se encontraron alacranes, lo que dio el nombre a la isla.
A pocos metros al sur de la Ex isla El Alacrán está la que sin duda es la playa más taquillera de Arica: El Laucho. Aunque no es muy grande, muchos turistas la repletan durante el verano, y el resto del año, los lugareños siguen prefiriendo sus finas arenas y aguas limpias para bañarse, tomar sol, jugar volleyball-playa, practicar bodyboard o relajarse un rato bajo los quitasoles.
Siguiendo hacia el sur, una playa mucho más tranquila y de arenas claras se abre paso entre las palmeras, atractivos que la hacen una de las playas más fotogénicas de Arica. Aquí prácticamente no llegan las olas, lo que permite que sea mucho más fácil llegar a un mirador instalado a unos tres metros de la orilla, al que solo se puede llegar nadando. Cuando ya la mayoría de la gente se ha ido al atardecer, llegan los buzos a aprovechar la tranquilidad de las aguas.
Luego de haber recorrido el borde costero que da directamente a la ciudad, hay dos lugares un tanto más alejados que valen la pena conocer, sobre todo si se es amante de las bicicletas, del surf o de increíbles paisajes naturales: las Cuevas de Anzona y el Humedal del Río Lluta.